miércoles, 28 de abril de 2010

El Caso Paulette y Alberto Bazbaz: la Trama Salinista (Jenaro Villamil)

“No hay duda de que este caso se trató de un homicidio”, sentenció el procurador mexiquense Alberto Bazbaz Sacal, el miércoles 31 de marzo, en una prolongada conferencia de prensa, transmitida en vivo por la mayoría de los noticiarios televisivos y radiofónicos que han convertido el caso de la menor Paulette Gebara Farah en un auténtico reality show.

Seis días después, el lunes 5 de abril, Bazbaz Sacal dio un giro radical a sus declaraciones y a las investigaciones realizadas por la procuraduría mexiquense. Localizado el cuerpo de la menor en el mismo cuarto y debajo de la cama que antes fue visitada por decenas de agentes y periodistas, Bazbaz declaró que “la necropsia ni siquiera es concluyente para determinar que se trate de un homicidio”, y afirmó que serán “los científicos” de la procuraduría los que determinen los detalles de “la asfixia mecánica por sofocación” de la menor de 4 años, reportada como desaparecida desde el 22 de marzo.

Al mismo tiempo, Bazbaz ordenó la liberación de las cuatro personas arraigadas como principales sospechosas del presunto homicidio: la madre Lisette Farah Farah, indiciada y protagonista mediático de la trama desde el principio, así como al padre Mauricio Gebara Rahal, y las nanas Erika y Martha Casimiro, quienes cuidaron de la menor que tenía discapacidad motriz.

El caso, escandaloso desde un inicio ante el interés inusitado de los medios electrónicos nacionales e internacionales, se transformó desde ese momento en la principal crisis política y mediática para el gobernador Enrique Peña Nieto.

El jueves 8 de abril, los legisladores locales del PAN y del PRD, reclamaron la renuncia de Bazbaz Sacal por su “falta de capacidad y eficiencia”. La diputada panista Mónica Fragoso Maldonado lo acusó de revelar a diferentes medios de comunicación “información trascendental que pone en peligro la investigación” del caso Paulette.

Desde Colombia, el mandatario estatal ha salido dos veces en defensa de su procurador, al tiempo que las distintas fuentes consultadas en el Estado de México señalan al secretario de Gobierno, Luis Enrique Miranda Nava, como el principal operador del cambio en las investigaciones de la procuraduría.

“Este es un ejemplo de cómo en el Estado de México la procuración de justicia se compra o se vende al mejor postor. Es obvio que el procurador está muy cerca del caso Paulette por la posición económica de las familias”, advierte el dirigente estatal del PRD, Luis Sánchez Jiménez.

Consultado por Proceso, Sánchez Jiménez reveló que el principal padrino y apoyo político de Alberto Bazbaz Sacal es el ex presidente Carlos Salinas de Gortari por dos razones: el actual procurador fue defensor de Raúl Salinas de Gortari, trasladado de la cárcel federal de Almoloya al penal estatal de Santiaguito, y estuvo al pendiente del caso de Enrique Salinas de Gortari, asesinado el 8 de diciembre de 2004.

Bazbaz fue pieza clave en las indagaciones del crimen del hermano del expresidente desde su posición como Director General de Control de Procesos Penales Federales, de la Procuraduría General de la República, cargo al que llegó en septiembre de 2007 por órdenes del entonces procurador Eduardo Medina Mora.

Bazbaz fue socio del despacho de abogados junto con el actual secretario de Agua y Obra Pública del Estado de México, David Korenfeld. Ambos pertenecen a la comunidad judía mexiquense, estudiaron en la Universidad Anáhuac y Korenfeld es identificado como uno de los principales impulsores de los jugosos negocios inmobiliarios del gobierno de Peña Nieto.

En marzo de 2008, en vísperas de que Peña Nieto nombrara al sustituto de Abel Villicaña como nuevo procurador estatal, le propuso el cargo a Korenfeld. Este sugirió que, en su lugar, se nombrara a Bazbaz Sacal y que él siguiera al frente de la Secretaría de Agua y Obra Pública.

El ex diputado local del PAN, Carlos Alberto Pérez, identifica a Bazbaz Sacal y a Korenfeld como parte de “la red de negocios e influencia salinista” en el gobierno de Peña Nieto.

La Mano de Nassar Daw

En la trama del caso Paulette está involucrado otro viejo conocido de Salinas de Gortari, de Bazbaz y de Korenfeld. El despacho de José Luis Nassar Daw, hijo y defensor de Miguel Nassar Haro, ex titular de la Dirección Federal de Seguridad, está a cargo de la defensa de la madre Lisette Farah, según confirmó el dirigente estatal perredista Luis Sánchez Jiménez.

Lisette Farah en sus últimas entrevistas ha acusado de “cobarde” a su esposo Mauricio Gebara, ha insistido en su inocencia frente a la sospechosa muerte de Paulette y ha demandado la custodia de su otra hija, Lisette, de 7 años de edad.

Egresado de la Universidad Panamericana, donde también estudió Peña Nieto, el despacho de Nassar Daw fue el encargado de la defensa de Raúl Salinas de Gortari por enriquecimiento ilícito y responsable de tramitar la libertad bajo caución del hermano del ex presidente, en junio de 2005.

Nassar Daw y Asociados también defendió, en enero de 2009 a la profesora Magdalena García Soto, acusada de ser cómplice de Adán Pérez Ramírez y Hugo Gabriel Constantino García, acusados de violar a un niño en la escuela particular de Oaxaca, Instituto San Felipe.

Nassar fue el defensor de su padre, acusado por el delito de secuestro y preso en el penal de Topo Chico.

Hasta ahora, sólo ha aparecido públicamente como amigo y defensor de Lisette Farah, el abogado Paul Nerubay, quien acompañó a la madre durante el sepelio de Paulette en el Panteón Francés. Nerubay aclaró que él no es penalista, pero declaró que temen que la procuraduría mexiquense se incline por una “decisión política” en el caso ante las presiones que ha recibido el gobernador Enrique Peña Nieto.

13 de Abril: http://jenarovillamil.wordpress.com/2010/04/13/el-caso-paulette-y-alberto-bazbaz-la-trama-salinista/

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